Para los que hacemos carreras de montaña un buen motivo para viajar y también para ir a pirineos cada verano es apuntarte a una ultra en aquella zona. En esa ocasión Els Bastions era la elegida, pues mis compañeros Malpica y Raimundo ya estaban apuntados, era un buen motivo para viajar con ellos y la carrera tenía muy buena pinta. Tuve que esperar un tiempo en lista de espera, pues las plazas se agotaron, pero finalmente pude inscribirme.
76km. con un desnivel de 5500m. positivos, una distancia para acabar antes de que se hiciera de noche y un desnivel bastante importante serían los dos datos que más me gustaban, por un lado ya me da pereza que se me haga de noche en carrera y por otro lado nunca había hecho ultra con esa proporción elevada entre km. y desnivel, así que sería bastante de subir y subir.
Más tirando de rentas y experiencia que con mucha preparación me planté en Ribes de Freser con Malpica el sábado previo a la carrera donde ya en el briefing nos informaron que se recortaba el recorrido por temas de climatología, unos 10km. y 1300m. d+ menos, la parte más técnica se quedaba fuera. Yo ya venía preparado con mucha ropa pero mejor si no lo veían claro.
La carrera en sí la dividí en dos partes, primera parte más lenta y con más desnivel hasta coronar el Puigmal y después ir progresivamente hasta meta.
Salí bastante delante pero poco a poco fui posicionándome en la parte media-baja de la carrera, por un lado me daba igual, pues venía a acabarla y por otro lado quería poder correr en la segunda parte con menos subidas ,eso era lo que pensaba…
La subida al Puigmal fue preciosa y larga aunque en la parte final se cerró el cielo y hacía viento, cosa que me hizo pasar un poco de miedo pero me tranquilizaba ir al lado de más corredores.
En la bajada empecé a correr un poco más y avanzar más rápido de km. pero si recuerdo de llevar pocos km. y haber pasado mucho tiempo.
Poco después de mitad de carrera empezó a llover bastante, me puse la mochila y por encima el goretex para que no se mojara la ropa que llevaba en la mochila, pues si la cosa se ponía peor quería llevar ropa seca. Y la verdad en una de las bajadas lo pasé mal, pasé mucho frío en las piernas, se pusieron rojas, llovía, hacía viento y frío, pero muchos no quisimos parar, nos pusimos a correr como locos para bajar cuanto antes ese valle.
Después de una larga bajada llegué al avituallamiento del km. 50, aunque cansado tenía ganas de comer, cosa importante, y tras un breve descanso encaré la última parte de la carrera con buena disposición aunque la última de las subidas se me hizo eterna y coroné bastante justo, si me hubieran puesto los 76km. se me hubiera hecho durísima.
Al coronar quedaba un descenso de 5km. y 1000m. duro para las piernas pero al verse el pueblo abajo sicológicamente era bastante llevadero.
Carrera más que recomendable y bien organizada, algún año habrá que volver para recorrer la parte que no se pudo.