Acabo el año con dos maratones de montaña que me sorprendieron por lo chulas que han sido ambas y que recomiendo a todo el mundo.
En Costa Blanca Trail tenía la incertidumbre de cómo iría en una maratón, pues desde verano no había hecho tal distancia. Salimos Sergio, Luis y yo subiendo el Puig Campana, y pensé y hablamos que podríamos llegar a meta los tres juntos. Pero en el último tercio de subida al Puig Campana quería probarme y apretar, aunque también pensaba que Sergio y Luis me pillarían un rato después, Luis lo hizo muy pronto en la bajada, cómo bajaba el tío, no creo que yo baje nunca así. Hicimos toda la bajada hasta Polop juntos, por cierto dura dura. Después subida larga en la que necesito volver a probarme, confiando que Luis me volvería a pillar en la siguiente bajada.
Llegamos a los 2000m. de desnivel positivo en 20km. y en el km. 25 a 2250, lo que se traduce en que la primera parte de prueba fue mucho más dura, y a partir del km. 25 ya mucho más corredera. Me sorprendió mucho las vistas durante toda la carrera, y lo chulo que estuvo todo el recorrido. Finalmente tardé 6 horas y 45′ para algo menos de 40km. y 2650m. de desnivel positivo con la sensación de que la distancia en torno a la maratón es donde más disfruto últimamente.
Tres semanas después tenía la Maratón Falco Trail, tiempo suficiente para recuperarme, pero infravalorada por mi parte, creía que sería menos dura que la de Finestrat jejeje
La primera semana de diciembre fue de mucho frío, tanto en Cehegín, como en Villena donde se disputaba también el trail pero no pude asistir por coincidencia de fechas, por lo visto no se pudo celebrar en la fecha incialmente prevista y mira que también me hacía ilusión, hubiera estado bien cerrar mi ciclo del Xitxarra Trail en Villena… Pero lo dicho mejor frio que lluvía… Llegamos a Cehegín en torno a 0º y así se mantuvo todo el fin de semana, pero con mucha ropa fue un fin de semana de carreras estupendo.
Pensaba que la Falco sería menos dura que costa blanca, más pistera, pero ni mucho menos… Como ya desde hace mucho, salgo a mitad de pelotón y afrontando la carrera en progresión, así que al principio me comí un buen tapón, me gusta hacer la segunda parte más fuerte, pero no estar parado en las primeras subidas, algo por mejorar por mi parte, salir los primeros km. algo mejor pero sin pasarme… La primera parte fue más corredera, me planté en el km. 23 y 1150m. d+ en 3h 10′ donde allí estaba Lluna para correr unos metros conmigo 🙂 e ignorante de mi haciendo cuentas de que 1 + 1 era igual a dos y que en 6h 30′ estaría en meta. Nada más lejos de la realidad, en el km. 25 unos diez corredores nos perdimos, alguien cambió algunas indicaciones e hicimos unos 2km. de más en subida y bajada, no sé cuanto tiempo perdimos, pero por suerte pudimos enlazar con la carrera, pero con gente que habíamos adelantado hacía mucho. Luego parece ser que fue un tema de cazadores…
A partir de ahí corriendo con algo de rabia, perdí un poco la concentración y regulando de mala manera las fuerzas, pero eso no quitó que disfrutara de una prueba muy dura en su segunda parte, sobre todo con unas bajadas infernales, pero que en el fondo disfruté como un jabalí en su charca de barro…
Finalmente tardé 8h. y 15′, aunque para mí el tiempo últimamente es lo de menos, disfruto más sin mirar el reloj, apretando subiendo o bajando cuando el cuerpo me lo pide.