Llegado el punto en el que estás apunto de enfrentarte a un gran reto seguro que te ha pasado, ¿y después de todo esto qué? ¿Cual va a ser lo siguiente? ¿Qué me apetece hacer?
En mi caso, poco antes de enfrentarme a un gran reto, a veces semanas, a veces días, ya estoy pensando en otro reto deportivo, nace desde dentro y no se puede evitar.
Pero esta vez era diferente, después de la UTMB no sentía que me apeteciera nada en concreto. ¿Volver a preparar una gran ultra yendo un paso más allá? ¿Ronda del Cims? ¿Tor de Geants? Quizá dentro de unos años, pero ahora no.
Todo el mes después de la UTMB lo pasé así, indeciso, realmente no sabía qué me apetecía preparar, solamente me apetecía correr sin competir, y esta vez rápido. Volver a esa sensación de correr rápido. Estuve casi 1 mes entrenando yo solo, solamente hacía series, un día 20 series de 400m. y al siguiente 40 series de 200m., y disfruté, disfruté de la sensación de correr rápido como cuando tenía 14 años. Así que llegado ese punto sabía lo que me apetecía, «back to the source», volver a hacer series, fartlek, cambios de ritmo, sin competir con los demás, sin dorsal, solamente mejorar mi ritmo de crucero.
Pero seguía sin un objetivo claro, un poco perdido, así que creo que tomé la decisión más acertada, deportivamente hablando, de mucho tiempo, me puse en manos de un entrenador. Un entrenamiento guiado que me ayudara a mejorar ese ritmo de crucero, de sentirme el chaval rápido que un día fui, pero esta vez sin competir contra los demás, eso ya quedó atrás, esta vez yo sólo contra el crono.
Y en esto ando estos últimos meses, disfrutando del «ritmo de crucero» como yo lo llamo y de mi propio «back to the source»…